25 de diciembre de 2016

Boni, ya es Navidad


Nunca he sido una persona de árbol o Navidad, pero a veces un poco de luz, hace menos noche la noche. Éste es Boni, el tercero de una descendencia de abetos navideños. Cuando menos se esperaba, sacó sus regalos bajo el árbol.

Diciendo: "¡Eh! Ya es Navidad..."

12 de diciembre de 2016

Stop the clocks, it's L.A.


Es la segunda vez que tengo el placer de ver a L.A. en directo. Esta vez fue a través del festival Lollapalooza en Berlín (autorregalazo de cumpleaños), presentando nuevo disco. Aunque llegamos tarde porque tocaba al mediodía y en el segundo día. Así que con el cuerpo muerto alcancé a llegar a medio concierto, pero qué bueno. No tomé muchas fotos porque quería ese momento para mí así que sólo grabé la última canción y ¡qué canción!

Con todos Uds. L.A. interpretando "Hands" :)


Paleontología adulta


Stegosaurus in da house

Cuando era un mocoso, incluso antes que Jurassic Park lo petara, yo ya flipaba con los dinosaurios. Leía sobre ellos. Tenía enciclopedias sobre ellos. Hasta tenía tarjetas coleccionables sobre ellos. Tenía un esqueleto de T-Rex fluorescente, que brillaba en la oscuridad, armado a partir de fascículos coleccionables de dinosaurios. Traía a mi familia de cabeza con el tema. Pero probablemente fueron ellos los primeros que mis manos, de una forma insaciable, empezaron a dar formas sobre folios blancos con lapiceros sin criterios. No me preguntéis que os explique el porqué de mi fijación, simplemente era así. ¿Y cómo no serlo?

Total, tan hasta allá fue mi obsesión, que mientras unos querían ser astronautas u otras cosas más "guays" yo quería ser paleontólogo. Ya veis, rarito de 'esos' desde pequeño. No hace falta decir que no he terminado siendo paleontólogo, cuestión de praxis supongo, pero la pasión por ellos sigue ahí.
Si os preguntáis (y si no, pues me da igual) sobre todos esos dibujos, terminaron igual de extintos como sus retratados, por un asteroide llamado "Limpieza general en casa". Así que de ellos no quedan más que mis recuerdos y el de los que pueden dar fe de ello porque lo vieron.

Por eso, cuando alguien muy especial me regaló una "piedra". No pudo hacerme más feliz. Puedo decir con sinceridad que es una tontería, pero yo soy un tonto que con algo tan simple como eso, me da una felicidad absurdamente infinita. Y sí, fui paleontólogo por un ratito, y mientras esa persona me veía alucinando como algo tan cansado y hartante podía hacerme tan feliz, yo seguía ahí con pico y pala sin saber qué me iba a encontrar...

Muchas gracias ^_^


Sobre este vídeo:
Título: Finding Dinosaurs
Reparto: El Stegosaurus Zurbino muerto hace ya 65 millones de años) y las manos de Fhil Navarro.
BSO: Buen Fantasma / Fenómeno Fuzz
Productora: Fhiliberto Films
Duración: 1:33
Año: 2016

7 de diciembre de 2016

Al dente

“¡Auch!”. La baba se le escurría por su comisura derecha mientras, con una boca sorprendentemente abierta, sus dedos se bañaban en saliva. Merodeaban ávidas, sus falanges, buscando aquello que lo aquejaba frente al espejo.
A Tim se le veía un terrible flemón del cual no parecía tener un origen cierto. Se cansó y escupió el excedente de baba. Tiró la toalla, y tomó la retirada.

Bajo el marco de la puerta del baño un inesperado “¡Auch!”, salió disparado de su boca. Corriendo volvió hacia su reflejo con la boca aún más abierta si cabe. Atónito, escuchaba a sus amigos jugar a la pelota en mitad de la calle medio desecha por el calor. Atónito, no daba crédito a lo que veía. Nada raro. Volvió a urgarse la boca con portentoso ahínco, babeándose nuevamente sus dedos. Volvió a escupir, y acto seguido a apretar los dientes con fuerza. Suspiró desalentado cuando un sorpresivo “¡Auch!”, volvió a surgir de su boca, mas no de él. Sacudido por el quejido y un dolor agudo, abrió la boca. La baba volvía a deslizarse por su comisura. Sus dedos, incrédulos, no le mentían. Sus ojos tampoco. Su muela era más grande que hacía un instante. Sin creerlo, la tocaba para desechar toda ilusión posible. En ese mismo momento volvió a crecer, y un nuevo “¡Auch!” brotó de su boca, más bien de su muela.

Tim, que también emitió un quejido de molestia a la vez, se quedó más boquiabierto todavía. La muela ya era inusualmente grande y volvió a urgarse con detenimiento. Acto que fue truncado por un “¡Eh! ¡Eh!”. Tim, petrificado inmovilizó sus dedos. “¿Te importaría quitar tus sucios dedos de mi esmalte?”, obedeció sin entender lo que sucedía. Aquello era muy raro, su muela le estaba hablando. Súbitamente, el molar volvió a crecer. Con el dedo en forma de gancho se estiró de la comisura para ver qué era lo que estaba pasando ahí dentro.

Dos puntitos negros se distinguían con una discreta sonrisa en su muela. “Hola” gesticuló. La cara de desconcierto de Tim era un cuadro. “He dicho 'Hola', ¿no me entiendes? Estoy muy apretado aquí...”. Tim balbuceó un hola incomprensible.

“Perdonarás que llegue así sin avisar, pero es importante. Soy tu muela. Supongo que de eso ya te habrás percatado”, prosiguió. “Mira, vengo a hacerte una propuesta. Nos espera una larga vida juntos y considero injusto que sólo uno de nosotros pueda ver el mundo con libertad. Es por ello que quería proponerte un trato”. Tim, con la bocaza abierta escuchaba con estupefacción a... su muela. “Con el fin de garantizarte una mandíbula sana para tu vejez, ¿qué te parecería si me dejaras salir a ver el mundo? Yo por mi parte me comprometo a volver cuando te haga falta. Prometo asearme todos los días y hacerme fuerte”. Tim seguía con la boca abierta babeando sin parar y sin apenas pestañear. “Va, ya dime algo que aquí se está muy apretado” Afirmó la muela.

Ya fuera por el miedo o el dolor, Tim, asintió suavemente con la cabeza y un 'ajá'. La muela, incrédula a su respuesta reformuló la pregunta obteniendo la misma respuesta.
Acto seguido, Tim, empezó a gemir de dolor mientras veía con asombro, cómo la muela se iba haciendo cada vez más grande hasta salir disparada de su boca y Tim despedido de nalgas al suelo. Sólo se escuchó un 'Clank' en el lavamanos. Tim se levantó masajeándose la mandíbula y lanzó su mirada a la pila. Ahí estaba con sus dos puntitos negros como ojos y una enorme sonrisa. ”Gracias” le dijo la muela. “Prometo volver cuando llegue el momento. Por favor, cuida bien de mis hermanos y hermanas. Adiós“. Se despidió feliz mientras salía por la ventana para conocer mundo.

Tim, no entendió nada. No hacía más que acariciarse la mandíbula y preguntarse cómo se lo iba a explicar a sus padres.

2 de diciembre de 2016

Soneto de viento bajo en Do Menor

No está prohibido flatulear
ni tampoco tronar, al pedorrear.
Pero es de decentes si al cagar
al olfato ajeno saber engañar.

No está mal visto escuchar
al de dentro el spray usar.
Mas si con ello al olfato
de los demás logramos burlar,
con gran efusividad debemos celebrar.

Estos consejos con sabiduría
y recato has de acatar.
Pues nunca se sabe, quizá,
algún día lo podrías lamentar.

26 de septiembre de 2016

Oda a la Reguestrez

Para aquel que goza del buen cagar,
a la hora y en el lugar de trabajar.
Ahora un consejo le voy a dejar:
Que si se trata de gozar
tu mierda completa has de retirar,
para que todos sin miedo,
de nalgas,
nos podamos sentar.

Oda a la Reguestrez en dos tiempos en clave íntima.

14 de julio de 2016

La peziña, o cómo no ceder a otras tropicofilias

Peziña A.K.A. Pinipple
Morena..., te voy a contar sobre el fruto más extraño que jamás he visto. Es raro, tan raro que no lo ha visto nadie nunca. Me paro por un instante y pienso que ya es una obsesión. De él dicen que no tiene forma definida, o color concreto, o sabor específico. Que aquel quien lo viera, sería su alma y corazón quien definiera su forma e imperfecciones. No lo buscas. No se encuentra. Simplemente, éste se aparece ante ti, sin razón aparente, sin desearlo por ninguna de las dos partes. Simplemente sucede. Y así fue.

Era verano, casi las cuatro de la mañana. Me despertó un terrible calor, propia de la época. Me enderecé en la cama pese a no ser capaz de ver nada en la profunda oscuridad, mis ojos aún no despertaban y todavía no eran capaces de discernir entre sueño y realidad. Viendo el mundo en una borrosa penumbra, lo vi. Afirmaré que en un principio no sé lo que vi, sólo algo que no debía de estar ahí. Lo supe, pues aunque tenue, irradiaba un leve resplandor y mucho calor. Tenía ante mí, la razón de mi despertar. Tras pocos segundos después mis ojos comenzaron a enfocar torpemente. Y aquella forma confusa tomó identidad. Era una piña, como nunca antes hubiera visto. Miré con desconfianza. Cuál fuera para mi sorpresa que cuando mi vista, finalmente, reaccionara iba a entender qué tenía ante mí semejante fruto.

Era ena piña que no era una piña. Sus hojas no eran hojas si no pelo verdoso irreal. Y el cuerpo no se veía aaspero como cabe esperarse, en su lugar habían suaves, firmes y diminutos pechos livianos dando forma a la fruta. No supe como reaccionar y finalmente saqué coraje para tocarlo. Suave terciopelo. Un escalofrío. Deseo. Alejé mi mano sobresaltado. esa sensación se quedó impregnada en mi mente de una forma más viva que en el mismo momento que tuve contacto. Las ansias me invadieron incontenible. Parpadeé y me abalancé sobre la fruta. Era lo más suave y fresco que jamás hubiese palpado. Tan sólo su tacto me producía placer irrefrenable. Incontenible, empecé a besar los pequeños pecho mientras con mis dedos arremolinaba las hojas que eran pelo que eran hojas. En ese instante, siendo consciente de mi imbatible arrebato, me supe haciéndole el amor al fruto desconocido.

Empecé a llorar, quería parar, pero no sabía cómo. No sabia porqué. Y mucho menos, sabia si debía...  Me dejé ir. Me solté. En aquella pegajosa y oscura habitación, desaté toda mi humanidad y con nadie fue compartido. Nunca me sentí tan vivo. Tan deseado. Tan necesitado. Tan amado. Así que sí, hice el amor con aquello que era una piña que eran pechos pero que no eran una piña. En la base había un orificio por el cual emanaba una líquida savia. Y pese a que me avergüenzo de lo que hice... volvería a hacerlo.

El desenfreno llevó la noche y la mañana trajo la resaca. Cuando desperté todas mis sábanas estaban empapadas. No había ni rastro de aquel maravilloso fruto. En la memoria de mis manos aún estaba su tacto. No supe con certeza si fue real o un mero sueño. Sólo la certeza de que ya nunca más volvería tener ese vacío en mi interior que me despertaba cada madrugada pidiendo ser llenado.





12 de julio de 2016

¡Despierta!

Tropical Rorschach

El calor es sofocante. Las gotas le resbalaban por el rostro ardiendo en cada surco. Jadea torpemente y cada aliento entumece aún más su boca. La sombra se mueve a cámara rápida, fugaz y quebradiza. El ocaso ha llegado y con él los aliados de la sombra. La jungla ahora se cierne tenebrosa. Con torpeza avanza abriéndose paso, con el machete oxidado, sin hacerlo descender demasiado intentando no bajar la guardia. Se sabe acechado.

La humedad es tan elevada que jadea toscamente mientras rías de sudor se desbordan sobre su árida geografía. Su cuerpo es un océano tropical. Siente su cuerpo ultrajado por los mosquitos, hoy él es el banquete.

Sigue avanzando sin pausa, su corazón bombea desesperado. Para. La sombra no lo hace. Le ha atrapado.

Todo es de un azul oscuro casi negro. Sigue jadeando, no sabe dónde se encuentra. No la ve, pero sabe que la sombra está frente a él. Le susurra incomprensiblemente. Tras la sombra comienzan a surgir una serie de formas rosadas. Se deja llevar por ellas, se pierde en aquellas formas orgánicas. La sombra apenas se la escucha, es ya casi imperceptible. La forma lo invade todo, y él se deja invadir.

“Despierta”, se oye en lengua indígena. “Despierta”.

9 de julio de 2016

Ójoro volando


Me gusta pensar que los ójoros son como a Cortázar sus cronopios, salvando las genialidades que nos separan. Si bien sé que no es la primera vez que los presento y hablo de ellos, sí me gustaría explicar su origen.

Corría el año 2008 cuando... No, mejor no voy a empezar así, aunque la fecha sea correcta. Creo que nacieron cuando yo me empecé a tomar en serio esto de la ilustración. Yo formaba parte de un increíble posgrado de ilustración, en donde no pude haber tenido mejores compañeros. Fruto de esa empatía/compañerismo/amistad se creó un colectivo (ahora ya aletargado): Colectivo i.

Se nos ocurrió que la "i", que no era por otra cosa que por la palabra Iniciativa, fuera el símbolo. Y no sé porqué, a modo de guiño o simplemente porque sí, hice que el pundo de la "i" fuera un ojo que más tarde tomaría vida y le saldrían alas, y se convertirían en mis estimados ójoros... Todo parecía que se iba a quedar en eso, en una creación puntual, pero ellos se revelaron contra mí (algo habitual en mis ilustraciones) y se quedaron conmigo. A veces me argumentan que conmigo están bien, que los cuido y consiento, que mis chistes sin gracia les gustan. Y aquí siguen y creo que seguirán por mucho tiempo.

Me pregunto cuanto tardarán en llegar mis equivalentes famas de Cortázar. Bueno, ya llegarán, yo no tengo prisa.



Sobre este vídeo:
Título: Volando ójoros (Flying eyirds)
Reparto: Las manos de Fhil Navarro.
BSO: Teen Kanya / Satyajit Ray
Productora: Fhiliberto Films
Duración: 1:25
Año: 2016

8 de julio de 2016

La bala llamada nada

Me gustaría decirte muchas cosas, por ejemplo, que estas líneas son por ti, para ti. Que esta es nuestra forma secreta de hablarnos, de decirnos cuánto nos extrañamos. Cada renglón es un escalón que nos pone a la altura para vernos de frente. Que cada contexto escrito es un recuerdo pasado de una falsa ficción que encubre lo que fuimos. Decirte quizá que nada sucedió como fue. Que pudimos salvarnos pero fallaste el rescate. Me gustaría decirte que te echo de menos y muchas otras cosas más. 

Pero no lo diré. Tampoco te diré que estaré ahí para acariciar tu pelo mientras duermes sobre mi regazo. Ni que eres tú quien inspiras mis historias mientras sueñas a la par que yo despierto sobre el papel en blanco. Que voy a estar ahí cuando haga falta. Que mi abrazo jamás se romperá. Que mi calor no se enfriará. Que recorreré tu cuerpo con mi lápiz creando las formas que solo tu cuerpo tiene... 

No te puedo decir nada. Nada es lo que queda para mí. El mundo vive de segundas oportunidades; a mí sólo se me permitió una. No te diré nada más. Nada que no se haya dicho con anterioridad. No te diré nada porque nada es la bala que me queda.

19 de mayo de 2016

Vidas dobladas

En un punto en concreto su vida se desdobló. Pudo haber sido en cualquier momento, como hacía todo el mundo bajo libre albedrío. Pero en su caso, la vida y no él lo eligió. 

Al desdoblarse, comenzó a vivir dos vidas en paralelo. La elección que tomó él y la que tomó la vida. Ambas igual de reales y auténticas. Tan auténticas la una a la otra como diferentes. A veces una influenciaba a la otra. Si andaba feliz en una, a veces se contagiaba a la otra. Y por igual pasaba al contrario.

En ocasiones se miraba en el espejo y podía verse en su otra vida. A veces diferente otras igual. 

En los días melancólicos el recuerdo de una vida para él inexistente le azotaba como en un mar bravo. Navegaba por memorias y recuerdos inventados en su imaginario, o eso creía él. 

En ambas vidas era feliz, pero no por ello se evitaba que él anhelara, en ocasiones, la otra.

Y así pasaba la vida, una recorría más que la otra, o surcaba un camino más fácil, cómodo, feliz, quizá y hasta daba más vueltas. Mientras que la otra también tenía su propia trayectoria.

Así son las vidas que se desdoblan, hacen lo que quieren. Y lo más bonito de ellas es que no importa que lo hagan porque al final, todos saben que todas terminan en el mismo lugar tarde o temprano...

21 de marzo de 2016

Don Max


Hay veces, cuando llevo temporadas sin hacer ni una ilustración, que mi mano hace un acto reflejo y cuando me quiero dar cuenta tengo cosas dibujadas sobre la mesa. Cosas como ésta. Os presento a Max, que es lo máximo.

Sobre este vídeo:
Título: Drawing a Max
Reparto: La mano de Fhil Navarro, la representación de Max.
BSO: Toddler / Battles
Productora: Fhiliberto Films
Duración: 1:11
Año: 2016

10 de enero de 2016

El Sr. Marmota dice...

Sr Marmota Dice:
He estado perdido un tiempo. Mis ilustraciones también.
Dos años después de mi ausencia en felicitar el año regreso para quedarme.

Me junté un tiempo con mi tocayo, la marmota Phil, a ratos dormidos a ratos pronosticando el porvenir, y durante todo este tiempo, atrapados juntos en aquel bucle temporal, aprendimos una gran lección.
Que no hay nada mejor que soñar y despertar para alcanzar esos sueños.

Feliz 2016 y no olvidéis despertar para no perderos en vuestros sueños y volverlos inalcanzables.

7 de enero de 2016

El velocista

Corro como el viento para no dejar rastro de mis huellas. Sólo con el tiempo se sabrá que pasé por aquí. Sólo cuando los ecos de mis inauditas pisadas se sientan quebrar lo que se creía inquebrantable.

Corro, porque corriendo me siento volar, alto, muy alto. No para huir sino para ver las cosas desde otra perspectiva.

Corro como corren estos dedos en escribir estas letras que se tornan palabras para luego ser frases, a veces incoherentes y otras rotundas.

Mis dedos también son viento. Nadie sabrán que pasaron por aquí.