25 de diciembre de 2016
12 de diciembre de 2016
Stop the clocks, it's L.A.
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Paleontología adulta
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7 de diciembre de 2016
Al dente
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2 de diciembre de 2016
Soneto de viento bajo en Do Menor
No está prohibido flatulear
ni tampoco tronar, al pedorrear.
Pero es de decentes si al cagar
al olfato ajeno saber engañar.
No está mal visto escuchar
al de dentro el spray usar.
Mas si con ello al olfato
de los demás logramos burlar,
con gran efusividad debemos celebrar.
Estos consejos con sabiduría
y recato has de acatar.
Pues nunca se sabe, quizá,
algún día lo podrías lamentar.
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26 de septiembre de 2016
Oda a la Reguestrez
Para aquel que goza del buen cagar,
a la hora y en el lugar de trabajar.
Ahora un consejo le voy a dejar:
Que si se trata de gozar
tu mierda completa has de retirar,
para que todos sin miedo,
de nalgas,
nos podamos sentar.
Oda a la Reguestrez en dos tiempos en clave íntima.
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14 de julio de 2016
La peziña, o cómo no ceder a otras tropicofilias
Era ena piña que no era una piña. Sus hojas no eran hojas si no pelo verdoso irreal. Y el cuerpo no se veía aaspero como cabe esperarse, en su lugar habían suaves, firmes y diminutos pechos livianos dando forma a la fruta. No supe como reaccionar y finalmente saqué coraje para tocarlo. Suave terciopelo. Un escalofrío. Deseo. Alejé mi mano sobresaltado. esa sensación se quedó impregnada en mi mente de una forma más viva que en el mismo momento que tuve contacto. Las ansias me invadieron incontenible. Parpadeé y me abalancé sobre la fruta. Era lo más suave y fresco que jamás hubiese palpado. Tan sólo su tacto me producía placer irrefrenable. Incontenible, empecé a besar los pequeños pecho mientras con mis dedos arremolinaba las hojas que eran pelo que eran hojas. En ese instante, siendo consciente de mi imbatible arrebato, me supe haciéndole el amor al fruto desconocido.
Empecé a llorar, quería parar, pero no sabía cómo. No sabia porqué. Y mucho menos, sabia si debía... Me dejé ir. Me solté. En aquella pegajosa y oscura habitación, desaté toda mi humanidad y con nadie fue compartido. Nunca me sentí tan vivo. Tan deseado. Tan necesitado. Tan amado. Así que sí, hice el amor con aquello que era una piña que eran pechos pero que no eran una piña. En la base había un orificio por el cual emanaba una líquida savia. Y pese a que me avergüenzo de lo que hice... volvería a hacerlo.
El desenfreno llevó la noche y la mañana trajo la resaca. Cuando desperté todas mis sábanas estaban empapadas. No había ni rastro de aquel maravilloso fruto. En la memoria de mis manos aún estaba su tacto. No supe con certeza si fue real o un mero sueño. Sólo la certeza de que ya nunca más volvería tener ese vacío en mi interior que me despertaba cada madrugada pidiendo ser llenado.
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12 de julio de 2016
¡Despierta!
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9 de julio de 2016
Ójoro volando
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8 de julio de 2016
La bala llamada nada
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19 de mayo de 2016
Vidas dobladas
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21 de marzo de 2016
Don Max
Hay veces, cuando llevo temporadas sin hacer ni una ilustración, que mi mano hace un acto reflejo y cuando me quiero dar cuenta tengo cosas dibujadas sobre la mesa. Cosas como ésta. Os presento a Max, que es lo máximo.
Sobre este vídeo:
Título: Drawing a Max
Reparto: La mano de Fhil Navarro, la representación de Max.
BSO: Toddler / Battles
Productora: Fhiliberto Films
Duración: 1:11
Año: 2016
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10 de enero de 2016
El Sr. Marmota dice...
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7 de enero de 2016
El velocista
Corro como el viento para no dejar rastro de mis huellas. Sólo con el tiempo se sabrá que pasé por aquí. Sólo cuando los ecos de mis inauditas pisadas se sientan quebrar lo que se creía inquebrantable.
Corro, porque corriendo me siento volar, alto, muy alto. No para huir sino para ver las cosas desde otra perspectiva.
Corro como corren estos dedos en escribir estas letras que se tornan palabras para luego ser frases, a veces incoherentes y otras rotundas.
Mis dedos también son viento. Nadie sabrán que pasaron por aquí.
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