Lección 1
El joven discípulo de un filósofo sabio llega a casa y le dice:
- Maestro, un amigo estuvo hablando de ti con malevolencia...
-Espera! interrumpe el filósofo ¿Hiciste pasar por las tres rejas lo que me vas a contar?
-¿Que tres rejas? pregunta el discípulo.
-Si, la primera es la verdad; ¿estas seguro que lo que quieres decirme es absolutamente cierto? -No, lo oí comentar a unos vecinos...
-Al menos lo habrás hecho pasar por la segunda reja, que es la bondad. Lo que deseas decirme, ¿es bueno para alguien?
-No, en realidad, no.
-¡Ah, vaya! la ultima reja es la necesidad ¿es necesario hacerme saber eso que tanto te inquieta?
-A decir verdad, no.
-Entonces dijo el sabio sonriendo, si no es verdad, ni bueno, ni necesario, sepultémoslo en el olvido.
(No hay nada como las palabras sabias) visto en La coctelera.
- Maestro, un amigo estuvo hablando de ti con malevolencia...
-Espera! interrumpe el filósofo ¿Hiciste pasar por las tres rejas lo que me vas a contar?
-¿Que tres rejas? pregunta el discípulo.
-Si, la primera es la verdad; ¿estas seguro que lo que quieres decirme es absolutamente cierto? -No, lo oí comentar a unos vecinos...
-Al menos lo habrás hecho pasar por la segunda reja, que es la bondad. Lo que deseas decirme, ¿es bueno para alguien?
-No, en realidad, no.
-¡Ah, vaya! la ultima reja es la necesidad ¿es necesario hacerme saber eso que tanto te inquieta?
-A decir verdad, no.
-Entonces dijo el sabio sonriendo, si no es verdad, ni bueno, ni necesario, sepultémoslo en el olvido.
(No hay nada como las palabras sabias) visto en La coctelera.
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