26 de febrero de 2020

Expectativa

El charco de agua turbia, refleja su rostro entre trazos de petrol iridiscentes. Y con altanería se observa, detrás de ese rostro, un desconocido familiar: él.

Se vende como un motor, un reactor, un generador... pero no dice que es sucio, que huele mal, que destruye el planeta: te destruye.

Se promete. Oro negro. Como cualquier futuro a su lado. 

Fue un éxito, hasta que el tiempo lo puso en su lugar. Entonces ya era tarde para corregir todas las decisiones tomadas, las apuestas echadas,... Todos ardieron en su negro fuego.

Ahora le devuelve la mirada a su iridiscente reflejo, y se observa con vergüenza. ¿Qué hará? Si lo piensa detenidamente aún puede hacer bien, pero tiene que empezar a hacer las cosas diferentes. Pero sobretodo, perdonarse, vivir con la culpa pero dejar a un lado el remordimiento. Y centrarse en lo que importa, cumplir con la expectativa y hacer justicia a su promesa.

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